Pues sí, ya somos «azules», tras la victoria aplastante del PP. Hace unos meses veía como muy necesario e inevitable el cambio de gobierno en nuestro país. Según la sucesión de ciertos acontecimientos políticos en nuestro país, y sus consecuencias, no resulta tan evidente. Me atrevo a ir un poco más lejos, pensando que lo peor no queda atrás, sino aun está por venir.
A pesar que nuestra situación económica es desastrosa, por no decir casi irrecuperable, no olvidemos que nuestra economía está al borde de la bancarrota. Aunque…
Los españoles nos hemos cegado, o nos hemos dejado cegar por los discursos del PP, el cual ha sido muy sutil y hábil para recuperar esta situación en su dinámica electoral.
No olvidemos, que previamente hemos tenido elecciones, y en las comunidades que arraso el PP, empezaron los problemas. Para no ir más lejos, los impagos en el sector sanitario, etc. Ilustraba bien lo que estaba pasando a quienes les interesara verlo. Estos Srs. del PP han sido tan locuaces como para tomar sus cargos e inmediatamente bloquear los pagos en sectores muy determinados, poniendo en peligro servicios básicos y de primera necesidad. Estas decisiones han sido muy premeditadas, para así ante la opinión pública descreditar y poner en evidencia la incompetencia de los dirigentes anteriores. Sin el menor escrúpulo se ha puesto en peligro, empresas privadas dependientes directamente de los servicios públicos los cuales se han visto en situaciones económicas muy críticas, sin el menor recurso posible.
Las suspensiones de pago en cadena sufridas, han provocado situaciones insostenibles, las cuales se han repercutido directamente sobre las familias de los integrantes de las mismas empresas afectadas. Cuando en el peor de los casos, estas empresas de tamaño familiar, se han visto obligados para poder sobrevivir, ya que obligadas por legislación a seguir dando un servicio, hipotecar su patrimonio personal, para poder sobrevivir hasta que los dirigentes del PP se decidan a saldar sus deudas que se estiman en millones de euros desde principios de año. En el mejor de los casos, miles de empresas se han visto en situación de quiebra, con todas sus consecuencias. A su vez suspensión de pagos, y miles de personas en el mejor de los casos al paro, y cuando no, en espera de una decisión judicial a cobrar nominas atrasadas, sin poder aceptar un posible contrato de trabajo, sin por ello abandonar completamente sus derechos adquiridos en la empresa para la cual habían trabajado hasta entonces y hacia la cual aun siguen ligados profesionalmente.
Y nos podemos preguntar, si estos Srs. no han tenido el menor escrúpulo en utilizar estos métodos de manipulación y represión económica para ganar unas elecciones, que de todas formas hipotéticamente ya habían ganado. Que es lo que nos espera ahora, que el PP tiene la mayoría absoluta. No podemos darle al Psoe un notable en su forma de gobernar el país, pero a pesar de todo, siempre han sido muy conscientes y han sabido preservar y no poner en peligro el buen funcionamiento de los sectores básicos y sociales de nuestro país. Digamos que tenían bastante más claro cuáles eran las prioridades.
Nos podemos preparar para enfrentarnos al futuro, ya que la euforia de la victoria Azul, solo durara como mucho 24 horas. Y pronto nos daremos cuenta, que los indignados tenían razón en muchos aspectos, y de alguna forma han sabido anticipar muchos acontecimientos y ponerlos en evidencia.
La voz del pueblo no se puede callar, siempre y cuando esta tenga la voluntad de manifestarla. Nuestra democracia es demasiado joven, conocemos muy poco nuestros derechos legítimos.
Recendos
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